Cada
día vemos cómo nuestros niños y adolescentes manejan con más facilidad gran
variedad de equipos electrónicos con Internet. Muchas veces, asombrados vemos
cómo incluso niños de 2 o 3 años ya saben cómo activar una pantalla touch o
contestar una llamada.
En
este escenario, diversos delitos informáticos y otros relacionados a agresiones
sexuales también han aparecido con el uso masivo de Internet y en especial, de
las redes sociales a las que cualquier niño tiene acceso. Uno de estos delitos
es el “grooming”, fenómeno que va en aumento en los últimos años, producto del
desconocimiento sobre sus alcances. Por ello, la PDI en su constante
preocupación por proteger a la comunidad, ha iniciado una campaña orientada a
advertir respecto a los riesgos a los que se ven expuestos -especialmente los
menores de edad- cuando navegan por Internet.
“Todos
contra el grooming” es el slogan de esta campaña educativa y preventiva, con
que la PDI busca generar conciencia sobre este fenómeno y su relación con otros
delitos que utilizan la red como plataforma y que pueden derivar en agresiones
sexuales.
El
grooming se define como “abuso sexual virtual”, ya que el agresor (groomer)
utiliza la red para obtener imágenes y videos de menores de edad en actitudes
impropias, fingiendo ser más joven, mostrando una identidad falsa o simulando
ser un artista famoso. Estas imágenes pueden ser distribuidas a través de la
red o ser utilizadas para obligar a la víctima a acudir a un encuentro real.
El
año 2014 en Los Ríos, la PDI detuvo a una sola persona por este delito, sin
embargo, ello no implica que nuestros niños no estén expuestos a temprana edad
a ser víctimas, ya que inician su exploración tecnológica muy pequeños y muchas
veces con el consentimiento y complicidad de sus padres, formando amistades con
personas que no conocen.
Las
recomendaciones en este sentido son básicas. Para niños y jóvenes el primer
consejo es no agregar a desconocidos a redes sociales; no publicar el número de
whatsapp o datos personales o de la familia; no enviar fotos o videos íntimos y
nunca mostrarse a través de una cámara, ya que ello los deja en evidente
riesgo. Por último, confiar en padres o profesores; contarles si se está siendo
acosado o si les pidieron algo incómodo por Internet.
Para
los padres, es obligatorio el involucrarse y conocer el uso de nuevas
tecnologías; saber de las redes sociales en las que están los hijos;
explicarles los riesgos de éstas y de los juegos en línea.
Finalmente,
recordar que en la Internet todo lo que publicamos, lamentablemente, siempre
queda en algún sitio y tiene consecuencias, a veces, impensadas. Los efectos y
el daño pueden no ser inmediatos, pero perjudicar el futuro de nuestros hijos,
el nuestro o el de otros.
Fuente y Foto:
Comisario
Pablo Andrade Vallebella
Jefe
Brigada de Delitos Económicos PDI Valdivia
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