Llega Septiembre,
las fiestas patrias y la
primavera y junto con ello se desata en la mayoría de las personas las ganas de
reunirse a celebrar junto a familiares y
amigos, alrededor de un buen asado, idealmente que sea a la parrilla.
¿Pero qué significa comerse un buen asado? Desde el
punto de visto médico veterinario me parece que siempre es bueno guiar a las
personas a consumir productos de buena calidad, inofensivo a su salud y que en
lo posible tengan un precio justo en relación a su calidad, pero lo más
importante, es que sean adquiridos en el
comercio establecido. Por ningún motivo puede arriesgarse a comprar carne de
dudosa procedencia, porque, aparte de ser un delito, el riesgo para usted y su
familia es grande.
Es por la mayoría conocido que la carne (vacuno, cerdo,
cordero y aves) es un producto altamente sensible a la manipulación y en
especial a la pérdida de la cadena de frío, razón más que suficiente para
evitar adquirirla en la calle, ferias
libres, mercados exteriores o simplemente entre los amigos, aprovechando las
aparentes “ofertas” que suelen aparecer, especialmente en estos días previos a
las fiestas que se avecinan. Si el producto ha sido mal manipulado y además es
de dudosa procedencia, lo más probable es que sea de mala calidad (carne
dura, fibrosa, mal desangrada, no reposada, etc.), sin tener a quién reclamarle
luego. Pero, lo peor es que estaremos exponiendo a graves consecuencias
sanitarias a nuestros amigos y familiares, los que pueden ir desde una simple gastroenteritis
y diarrea, hasta complejos problemas por intoxicaciones alimentarias, fiebre
tifoidea, hepatitis, estafilococosis, por nombrar sólo algunas en el caso del
consumo de carnes bovinas. Si se trata de carne de cerdo, debemos agregar además,
la posibilidad de que la misma esté contaminada con larvas del agente parásito de la triquinosis, vale
decir de Triquinela sp., enfermedad grave perteneciente al grupo de las
zoonosis y que tanto daño suele producir en las personas afectadas.
Fomentando el
consumo de carne nacional
Si las carnicerías establecidas y con permiso de
funcionamiento se abastecen sólo de matanzas autorizadas y además se preocupan
de mantener la cadena de frio y el personal calificado que la ofrece hace una correcta manipulación del producto,
el resultado es evidente: nadie se enfermará por el consumo de carnes en mal
estado o de dudosa procedencia y además la calidad de la carne será de primer nivel
Recordemos que el objetivo es celebrar nuestras fiestas
patrias con un buen asado chileno y para ello, qué mejor que hacerlo con carne
de procedencia nacional. Al comprar carne nacional en las carnicerías de nuestra
ciudad -aunque cada vez existan menos,
las que aún funcionan cuentan con toda la aprobación de la ciudadanía-,
estaremos seguros que no sólo podemos evitar
problemas para la salud de las personas, sino que también estamos contribuyendo
a dar un duro golpe a los delincuentes inescrupulosos
que roban ganado, me refiero a la matanza clandestina de animales vacunos en
nuestra región, producto del lamentable abigeato que para estas fechas suele incrementarse.
Si nadie comprara estos productos en la calle, entre los
amigos o por algún aparente “buen dato”,
quienes cometen el robo y matanza clandestina de animales bovinos no
tendrían a quién venderles y con ello estaremos ayudando a debilitar esta red de delincuencia.
Los ganaderos de nuestra región requieren ser apoyados y
la mejor formas es hacerlo precisamente en este mes de las fiestas patrias,
consumiendo un buen asado con producto regional, chileno.
Si usted compra carne de dudosa procedencia, no sólo
está ayudando a cometer delito, sino que puede enfermarse junto a su familia.
Esta carne habitualmente proviene de animales enfermos, en tratamiento
medicamentoso con antibióticos muchas veces y el riesgo que llegue a su mesa
debe evitarse de todas maneras.
Prof.
Dr. Víctor Alvarado Lacrampe
Médico Veterinario
Fuente y Foto: Pía Sepúlveda
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