El accidente cerebrovascular (ACV) se da cuando existe es una interrupción
del suministro de sangre o cuando existe un sangrado en alguna zona del cerebro,
esto puede provocar que las neuronas se debiliten o mueran y que las partes del
cuerpo controladas por las zonas del cerebro afectadas, también dejen de
funcionar. Si bien cualquier persona
puede padecer un ACV, existen acciones para prevenirlo como controlar
periódicamente la presión arterial, el colesterol, la glicemia, dejar de fumar,
limitar la ingesta de alcohol, no usar drogas y realizar actividad física de
forma regular.
Según la Organización Mundial de Stroke, el ACV es la segunda causa
de muerte en las personas de más de 60 años de edad, y la quinta en aquellos
que tienen entre 15 a 59 años, se estima que una de cada seis personas sufrirá
un ACV. El ACV es una emergencia médica
y según estimaciones de la OMS sólo uno de cada cuatro pacientes llega a tiempo
al hospital. Es por esto, que el año 2014 el Ministerio de Salud (MINSAL) lanzó
una campaña educativa para lograr que luego de un ACV se acuda de forma
oportuna a un servicio de urgencia, para ello se deben detectar los tres
principales síntomas: asimetría facial (un lado caído de la cara), debilidad o falta
de fuerza en alguno de sus brazos e incapacidad de hablar con claridad.
Se calcula que del total de los pacientes afectados por un ACV, el
25% muere, el 25% recupera su vida
previa y el 50% restante queda con algún grado de discapacidad. En caso de que
el paciente quede con algún grado de discapacidad necesitará de un equipo
multidisciplinario para superar sus dificultades, en este marco, el profesional
fonoaudiólogo actúa durante la hospitalización y posterior a ella, encargándose
de evaluar, diagnosticar y rehabilitar la deglución (capacidad para comer) y la
comunicación de los pacientes. En caso de que el paciente luego de volver a su
hogar persista con un trastorno de habla o lenguaje, deberá continuar
asistiendo a terapia fonoaudiológica por varios meses. La rehabilitación de los
pacientes post ACV es importante, ya que a través de ella aumentará la calidad
de vida del paciente y de su red de apoyo.
Debemos recordar las medidas para prevenirlo y detectarlo a tiempo,
recuerda que tiempo es cerebro, mientras más tarde se acuda a un servicio de
salud, habrá más daño cerebral y
secuelas posteriores.
Cintia Macaya Labraña
Fonoaudióloga U. de Chile
Diplomado de Neuropsicología y Neuropsiquiatría, PUC.
Docente Escuela de Fonoaudiología UST, Puerto Montt
Fuente y Foto:
María Pía Sepúlveda Contreras
Periodista
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